Hay muchas razones para emprender, tantas como personas que se han animado a hacerlo. En muchos casos el emprendimiento nace de la necesidad y necesidades las hay de todo tipo.
Necesidad económica: cuando el mercado laboral te deja fuera o no te permite entrar , montar tu propio negocio es la opción para tener un medio de vida. Otra necesidad es la que tiene su origen en la inquietud imparable de querer hacer algo diferente, de querer aportar a este mundo bienes y servicios que hasta entonces no existían y esta razón también es potente e irrefrenable.
Pero emprender no es un camino de rosas, por muy bonito que lo pinten, y detrás del éxito de algunos emprendedores, hay el fracaso de otros muchos, pese al enorme sacrificio y dedicación de los unos y de los otros.
En esta intervención y en las sucesivas voy a tratar de analizar aspectos que considero importantes tener en cuenta al emprender y lo haré apoyándome en esos refranes, dichos y proverbios de ¨toda la vida¨. Son reflexiones sobre los que considero que el emprendedor debería tener en consideración antes de lanzarse a la aventura.
Os los voy a enumerar apoyándome esa sabiduría popular, para en sucesivas semanas ir profundizando en el significado de cada uno estos dichos aplicados a la maravillosa aventura de emprender.
1. El que la sigue, la consigue.
La obstinación y la resiliencia tienen que acompañarte en este camino que no será fácil. Mil veces querrás abandonar, pero solo si no te rindes lo lograrás. Steve Jobs decía “Estoy convencido que la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que han fracasado es la perseverancia”.
2. El saber no ocupa lugar.
Gestionar una empresa es como llevar un Fórmula 1 en el circuito del Jarama. Si no sabes conducir, te será difícil llegar a meta. Cuando planifiques la inversión, deja una partida para tu formación. Tú, el conductor, eres el factor clave del negocio y «nadie nace sabiendo»
3. El que algo quiere, algo le cuesta.
Tendrás que sacrificarte, que no te cuenten milongas de que esto es un camino de rosas. No lo es, será duro, pero la recompensa merecerá el esfuerzo.
4. Si no sabes sonreír, no abras tienda.
La razón de ser de la empresa son sus clientes, sus proveedores, sus empleados… Con todos ellos tendrás que «conectar» para que remen en la misma dirección que tú. Tienes que lograr que se enamoren de tú negocio, tanto como tú lo estás, y para enamorar debes tener la mejor de las sonrisas, saber negociar, saber conquistar para ser tú el elegido. No lo olvides ¨» Se cosecha lo que se siembra «
5. Los lunares se convierten en verrugas.
Cuando empiezas a diseñar la empresa, todo son preciosos lunares que te cautivarán. Pero pon especial atención a lo que no te encaja del todo, porque con el tiempo esto puede ser el factor que te lleve a abandonar, Pon objetividad para que en los malos momentos no digas que «no soportas esas verrugas«
6. A enemigo que huye puente de plata.
Nunca retengas a nadie que no ve claro el proyecto. Ni socios, ni empleados, ni colaboradores pueden estar si no comparten contigo esa ilusión enorme por el mismo. Para que no tengas que tender puentes para que escapen. Al emprender te estarás embarcando en una travesía y habrá momentos difíciles donde sobrevivirás si los que te acompañan comparten tu objetivo remando en la misma dirección «no aceptes nunca como compañero de viaje a quien no conozcas como a tus manos».
7. Lo que parece, es.
Normalmente la intuición no nos engaña y tampoco la opinión de los otros. Para emprender también debes dejarte llevar por ella. Si algo no lo ves claro, mejor déjalo zanjado desde el principio. No seas autocomplaciente, escucha y asume lo que te dicen y no olvides que Bill Gates decía que ¨» Tus clientes más infelices son tu fuente de aprendizaje más grande”.
8. El ojo del amo engorda al caballo.
Nunca dejes en manos de terceros tu negocio, estate encima porque eres tú y solo tú quien más se está jugando y conoce bien el proyecto. Asumo como mía la frase de que , «se delegan las funciones, pero no las responsabilidades«.
9. Al pan, pan y al vino, vino.
La transparencia es buena en los negocios. Con respeto haz saber a tu gente que es lo que no te gusta y ten humildad para aceptar críticas que te ayudarán a mejorar. Actúa asumiendo las críticas y no olvides la máxima de la calidad que «una queja es un regalo».
10. Arrieros somos y en el camino nos encontraremos.
Actúa en el día a día, pero con visión de largo plazo. Te aseguro que esto es un camino de ida y vuelta y uno se vuelve a encontrar en la vida a quien hizo bien y también a quien hizo daño. Como contaba mi abuela, «la mentira tiene las patitas muy cortas» o como decía aquel, «la mentira quizás te haga llegar lejos, pero no te permitirá volver«.
11. Sarna con gusto no pica.
Habrá ratitos de desesperación, que te fallen las fuerzas, pero nunca debes perder de tu mente tu objetivo, que es poner en marcha tu exitosa empresa y trabajar por cuenta propia. Y eso lo hiciste porque es tu vocación. Si trabajas en cosas que te gustan y te apasionan, tendrás muchas más posibilidades de éxito y serás más feliz. Confucio dijo “Elige un trabajo que te guste, y nunca tendrás que volver a trabajar en tu vida”
12. El que no arriesga, no gana.
El llegar a tus metas será fruto de apostar, de luchar, de sacrificarte. «Si no te gustan los riesgos, no te metas en negocios«.
13. Antes de hacer nada, consúltalo con la almohada.
Para emprender hay que partir de la hoja en blanco donde vamos marcando hitos, recursos, acciones, análisis, etc. Dibuja tu plan de ruta de este apasionante camino. Consulta con tus amigos, que prueben tu producto, que te den su opinión… Asume con humildad sus críticas, no podrás hacer mejor análisis de mercado que las aportaciones de la gente que te quiere… No actúes sin pensar, ¨»Solo llegarás a tu objetivo si sabes cuál es tu objetivo«.
14. Quien da primero, da 2 veces.
La innovación será uno de los factores claves de tu éxito. Solo si haces cosas diferentes, lograrás resultados diferentes. Si eres el primero en posicionarte en el mercado de ese bien o servicio, tendrás eso ganado frente a tus competidores. «Pensar es fácil. Actuar es difícil. Actuar como uno piensa es lo más difícil”.
15. Poderoso cabellero es Don Dinero.
Los sueños americanos a veces se cumplen, pero la realidad es que para emprender se necesita dinero, aunque sea un poquito, También tienes que tener en cuenta el dinerito que precisarás para vivir en esta etapa hasta que tu negocio te pueda generar para mantenerte. Tenlo en cuenta por favor y no olvides que “No juegues a juegos que no entiendes, incluso si ves a muchas otras personas ganando dinero de ellos”.
16. Poco a poco se llega antes.
Las prisas son malas consejeras para casi todo, y poner en marcha un negocio sólido necesita de su tiempo, pero «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy«. El plan de ruta tiene sus hitos. Igual que no se puede asar un pollo exquisitamente tostadito en 5 minutos, el trabajo bien hecho requiere su tiempo para tener la calidad que deseamos. Decía Confucio «No importa qué tan lento vayas mientras no te detengas”.
17. El que tiene padrino se bautiza.
El emprendimiento es solitario, pero déjate ayudar, apoyar, por quien merece tu confianza. Seamos realistas, «Que alguien nos abra una puerta puede ser mil veces más efectivo que estar aporreando la aldaba hasta que nos sangren los nudillos«.
18. El buen paño en el arca se vende.
Para lo bueno siempre hay un sitio. Sé el mejor y nadie te cuestionará. Da un buen producto o servicio y los clientes llegarán seguro. «La regla de oro de todo hombre de negocios es esta: Ponte en el lugar de tu cliente y dale incluso mas de lo que espera y triunfaras”.
19. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Llamo a los planes de negocio de mis alumnos un sueño guardado en el cajón. Muchos de nosotros tenemos en mente ser nuestro propio jefe, pero no precipites el momento, porque las cosas llegan cuando tienen que llegar. Antes, fórmate, aprende del negocio, adquiere experiencia en gestión ahorra dinero y, cuando estés preparado, lánzate a la aventura porque «Ningún hombre honesto se hace rico en un momento».
20. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar por las tuyas a remojar.
No vivas al margen de tus competidores, analiza evolución del sector y el mercado, actúa considerando la coyuntura económica. Ten visión y anticípate a los malos momentos como estrategia de supervivencia, porque «hombre prevenido vale por dos«.