LOS CONSULTORES ESTAMOS DE PASO.
Comenzaremos con el famoso chiste del consultor.
Un consultor viajaba con su Audi último modelo, con su traje de Hugo Boss, por una carretera secundaria y en la vereda se encontró un joven pastor con su rebaño.
El consultor detiene su coche y le dice al pastor: Si adivino cuántas ovejas tienes, ¿me regalas una? El pastor sin pensarlo dijo OK. Se fue a su Audi, conectó su Mac y, tras rellenar varias matrices en Excel y hacer algún Power point, elaboró un informe de 50 páginas donde se concluía que había 720 ovejas.
El pastor afirmó que esa era el tamaño de su rebaño, por lo que si lo deseaba podría recoger la oveja conforme lo habían pactado. El consultor la seleccionó y con sumo cuidado la dejó en la parte trasera de su coche.
El pastor, no tranquilo con el desenlace, le dijo al consultor: ¨Si yo adivino su profesión, ¿usted me devuelve la oveja?” A lo que el consultor accedió.
El pastor le dijo, Usted es consultor. Sorprendido el consultor le preguntó “¿por qué lo ha adivinado?”
“Es muy evidente”, respondió el pastor.
1) APARECIÓ SIN QUE NADIE LE LLAMARA
2) ME DIO UNA INFORMACION QUE YA CONOCÍA
3) entre las 720 ovejas SE LLEVó AL PERRO
Tras muchos años como directiva pensé que podría aportar mucho más valor como consultor externo.
Lo primero que tenemos que pensar los consultores es que trabajamos por PROYECTOS, y estos tienen un principio y un fin, sin intentar convertirles en perpetuos y hacernos necesarios.
La Niñera Mágica fue ¨ una consultora de familia¨ por ello hagamos nuestra su frase.
He probado las mieles y las hieles de esta profesión y en la sinceridad que da ser castellano os las comparto.
LAS MIELES
- Creen que tienes súper-poderes, eso hace que a priori seas respetado
- Es una profesión de aprendizaje y autoaprendizaje constante.
- Está bien pagada.
- Cada proyecto es un ¨volver a empezar¨.
- Serás pilar de transformación, de crecimiento, de mejora.
- Si te gusta tu profesión, te divertirás como nunca antes lo habías hecho.
LAS HIELES
- La responsabilidad es enorme, porque un análisis equivocado puede inducir al error y llevar a tomar malas decisiones
- En muchos casos te enfrentarás a la escasa colaboración del personal de la empresa, que te verán como el fiscalizador o el usurpador o el controlador que viene a sacar defectos o incluso a sacarle de su puesto.
- Cuando se acaba el proyecto, debe aparecer uno nuevo para seguir trabajando; como dice un amigo, “hay que salir a pescar todos los días para seguir comiendo”.
- Muchas veces nos toca hacer lo que otros no quieren o no pueden hacer y decir lo que otros saben, pero no se atreven a comentar e incluso esperan imposibles.
- Tu labor se va a medir en tasa de retorno, lo que se paga por tus servicios debe ser rentabilizado por la empresa, por lo que siempre hay que afinar para ser generador de valor.
- Solo estarás mientras lo que tú haces ellos no lo puedan hacer solos, cuando esto ocurra, el proyecto se acabara para ti.
Todo esto regido por un mandamiento
¨ Ama a tu cliente como quieres que él te ame cuando ya no estés ¨
Una de las principales virtudes que tiene que tener un consultor es ¨saber escuchar¨ y ¨saber interpretar lo que se dice y lo que no se dice¨.
Entender los paradigmas, los poderes formales e informales de la empresa y conocer la cultura que envuelve la actividad empresarial.
Unida a la escucha activa y respetuosa, el consultor tiene que ser un profesional que sepa expresarse con claridad, a los distintos niveles jerárquicos de la empresa, con un enorme respeto hacia todos.
En la labor de consultoría aplicaremos esa experiencia profesional vivida desde hace años, seamos honestos en renunciar a consultorías de terrenos y sectores que no conocemos.
¨ Los consultores debemos de tener la dosis justa de prepotencia para que no ser cuestionados, con la dosis óptima de humildad para ser aceptados¨
Nuestro trabajo va por fases que yo simplificaría en 5 etapas.
Como somos humanos, es fácil caer en la tentación de prologar el proyecto, de tratar de hacernos insustituibles, no solo por asegurarnos el seguir trabajando, sino tambien porque a los proyectos y a las personas se les toma cariño.
Debemos evitar involucrarnos más de lo estrictamente necesario. Relación cordial sí, pero sin perder la neutralidad y la objetividad que nuestro trabajo requiere. Ni nuestros clientes y sus colaboradores son nuestros amigos, ni nosotros somos parte de la plantilla de la empresa. No lo olvides; eres externo, de duración temporal, y con un objetivo y función muy concreta.
«¨Siempre debemos pensar que somos como las aves migratorias y estamos de paso. Adornamos el cielo durante unos momentos y luego debemos desaparecer para siempre«
Será porque últimamente me dedico a ello, pero creo que la consultoría es una actividad GENEROSA:
- Llegamos a las empresas a dar nuestro conocimiento, que las personas con las que compartimos consultoría se impregnen de nuestro saber.
- Nuestra labor no se tiene que limitar a hacer informes preciosos, sino que deben formar, capacitar, para que después de nuestro paso sean capaces de hacer por ellos mismos. El conocimiento no se gasta al darlo, sino que se multiplica, asi pues, compartamos generosamente nuestro saber.
- No sirve de nada un reporte si no se traduce en resultados, en mejoras concretas de la empresa. Nuestra aportación no se puede convertir en un dossier que queda en un cajón, si así fuera nuestro cliente estaría tirando al tacho el dinero pagado.
Pese a tener metodología de trabajo, cada empresa es un mundo, por ello no vale dar soluciones enlatadas ni recetas universales. Somos un médico experto que aplica soluciones concretas y originales a problemas específicos y únicos, Estamos orientados a hacer, a lograr resultados en continuidad, para que él cambio sea sostenible y asumido por sus protagonistas, no imponiendo sino recomendando. ¨ No la razón por la fuerza, sino por la fuerza de la razón ¨ Por eso el lema de mi empresa no es consultoría, sino
Cuando una empresa nos contrata conviene lo primero reflexionar en las razones que les llevo a buscarnos.
Si ellos conocen su negocio, si tienen expertos ¿porqué nos buscan a nosotros?: ¿Están buscando objetividad? ¿savia nueva e ideas frescas? ¿se enfrentan a nuevos escenarios o problemas que no estan preparados para resolver? ¿no son tan expertos como pensaban? ¿están desbordados de trabajo para asumir cualquier reto? ¿se estan alejando de las metas o simplemente no tienen metas y necesitan encontrarlas? ¿el mercado se está poniendo duro? ¿la tecnología está avanzado en el sector y ellos no saben implementarla o abordar los cambios necesarios? ¿piensan que renovarse o morir?
Si usted no tiene respuesta a las preguntas de sus clientes, sería indecoroso asumir la consultoría porque quizás no seríamos capaces de dar al cliente lo que necesita de nosotros.
Para ser un buen consultor no hay recetas, aunque los buenos consultores tienen
- Olfato para saber que está pasando
- Metodología de trabajo testada
- Ética, para no vender lo que no es
- Capacidad de análisis objetivo para diagnosticar el problema
- Buen trato con los clientes y sus colaboradores. Ser solución y no conflicto
- Paciencia, avanzar a veces implica desbrozar para llegar a la esencia.
- Conocimiento técnico en un campo concreto
- Discreción accederá a mucha información muy sensible.
- Rigor, la subjetividad no tiene cabida en la consultoría
- Visión gerencial, pero sin tratar de suplir al gerente
¿Qué somos los consultores? Somos proyecto, somos expectativa, somos esperanza e ilusión, somos compromiso, somos confianza, por ello solo podemos que ser RESULTADO.
Como decía el gran Sabina ¨ Aves de paso, como pañuelos cura-fracasos, flores de un día, que no duraban…. ¨